Entre todas las misiones que realizaba, iba creando lazos y amistades finalmente.
Algunos amigos fueron muy importantes para ella.
Entre ellos, conoció en una ocasión a Vand. Un paladín solitario, que solía ir a entrenar por su cuenta, también ávido de aventuras.
Sin embargo un día coincidieron y decidieron viajar juntos. Desde entonces se fueron haciendo amigos, y a menudo se perdían por zonas alejadas, para entrenar, deshacerse de criaturas malignas o simplemente explorando.
Una tarde estaban descansando tras acabar con un gran número de criaturas hostiles, cuando él observando el cielo empezó a levantarse apurado.
— Debo irme… La guerra de clanes empezará pronto. Y mi clan me reclama mi presencia… — Pensó por un momento y enseguida añadió — ¿Te gustaría venir? Tu ayuda sería bien recibida.
Ella le miró sorprendida ya que aunque algo había escuchado, no sabía mucho sobre ello. En numerosas ocasiones le habían dicho de acudir ya que obviamente los curanderos eran muy apreciados. Pero le daba bastante miedo en realidad. Sabía que había mucha gente, y que era peligroso.
Entonces le pidió que le explicase bien de qué trataba aquello.
La guerra de clanes
En la ciudad, se organizaban semanalmente unas batallas de entrenamiento entre clanes. La guerra de clanes le decían, y todos se esforzaban por participar.
Era uno de los objetivos de muchos habitantes del reino, ser lo suficientemente fuertes y resistentes para poder entrar a los campos de batalla.
Allí, peleaban por conquistar unos castillos, que quedarían bajo la custodia del clan vencedor. Para ello debían romper el Cristal sagrado que se encontraba en lo más profundo de cada castillo.
Y además, recibirían tesoros del castillo conquistado.
La princesa quedó pensativa ante toda la información. Sonaba realmente a que era algo importante… Y ella se sentía insignificante como para marcar una diferencia en algo así.
Tampoco quería comprometerse con un clan, era algo que le preocupaba en verdad.
— Está bien, te ayudaré… — Le dijo. — Iré y cuidaré de ti. Pero no me quiero unir al tuyo ni a ningún clan…
Y así fue, con algo de riesgo, se acercó con él hasta aquel lugar. El bullicio era inmenso. La gente corría por todos lados, hacia los castillos o en retirada para recuperarse y regresar.
Estuvo encargándose de sanar a Vand siempre que necesitaba, mientras que se lanzaba a la batalla y él a su vez cuidaba que no la dañasen. Y la verdad… es que fue divertido.
Por lo que de ahí en adelante, intentó empezar a participar…
- 1 – El Nacimiento de la Princesa
- 2 – Nuevo hogar: El viaje y el examen
- 3 – Pontiveia
- 4 – La Despedida
- 5 – Un encuentro
- 6 – Las Campanas
- 7 – Sacerdotisa
- 8 – Ahorrando
- 9- La Princesita Aventurera
- 10 – El paladín y las guerras de clanes
- 12 – Joy Adventurers
- 13 – Primera vez en el mar
- 14 – Los aventureros se reúnen
- 15 – La alianza